Cómo Montar un acuario de aquascaping sin CO2

Os vamos a presentar nuestro proceso de creación desde 0, para poner en funcionamiento un acuario que busca representar un paisaje (Aquascaping). Bien sabéis que no somos profesionales, ni buscamos en este artículo sentar cátedra sobre los pasos a dar, sólo vamos a aportar nuestro punto de vista a los que deseen iniciarse y si os puede ayudar bienvenido sea. Animaros a subir vuestros comentarios.
Foto de nuestro acuario montado.

En primer lugar anduvimos leyendo artículos que nos dieron unas pistas sobre la perspectiva, los puntos de fuga y sobre todo viendo muchas fotos para coger ideas de profesionales del tema (instagram tiene una buena cantidad de acuarios impresionantes).

Después valoramos nuestras capacidades (no nos van a contratar en bricomanía), tiempo para dedicar a nuestro acuario (creo que no nos sobra demasiado y queríamos crear un ecosistema lo más estable y sin necesidad de nuestra intervención) y no queríamos estar obligados a usar el CO2 que nos aporta un gasto extra y aporta un punto más de complejidad al proyecto.


En primer lugar pusimos una capa de sustrato lento, para tener más controlados los nutrientes y por consiguiente a las posibles algas.


Compramos grava de color lenteja (con la luz del acuario parece más amarilla, pero damos fe de que su tono era más oscuro) con la idea de buscar volúmenes y diferentes alturas para que la decoración aprovechara la altura del acuario.

Nuestra idea básica en la que pivotaba todo el proyecto era la simulación de un par de árboles (no sabíamos si uno o dos, dependía de los troncos que encontrásemos) que se desplegaran desde los lados del acuario.

Queríamos dejar un camino más bajo como punto de fuga en la zona media, (un poco escorado para darle un aire casual) que dejase un espacio libre y redujera la sensación de agobio o de exceso de decoración.

Compramos unas cuantas rocas que fuimos colocando y mirando con mimo a ver si nos gustaban más en una u otra posición. Nos dimos cuenta de que quedaban muy pobres así que fuimos a por más...


Estrechamos el camino central sin elementos decorativos y lo que le dio más gracia a la composición para nuestro gusto, no fue poner los troncos, sino la piedra que pusimos en diagonal como saliendo de la tierra que rompía la estética del resto y le daba un aire más dinámico al conjunto.

Añadimos un nano de twinstar para controlar las algas verdes, queríamos ver cómo afectaba al acuario (os lo contaremos en otro artículo, pero os adelanto que el conjunto está funcionando muy bien).

Con las plantas nos la jugamos un poco, nuestra apuesta era la mitad segura y la otra mitad un experimento. el arbolito de la derecha lo decoramos con anubias nana que no requieren mucho amor para sobrevivir y en el árbol de la izquierda nos arriesgamos más. Compramos una Rotala Macrandra, que puede crecer hasta 20-30cm, necesita bastante luz, muchos aseguran que sin CO2 no se puede tener y no es el sitio donde se suele poner.

Atamos todas las plantas a los respectivos troncos con lana acrílica verde que es la que usamos para hacer mopas para que los killis pongan huevos. La lana de este color tiene la ventaja de que con tanta planta no se ve.

Además de crecer la Rotala nos salió el moco típico que le sale a las raíces rojas así que optamos por meter 2 gobios arcoiris en cuanto pasó el tiempo de ciclado. Os confirmo que nuestros amigos nos ayudaron a acabar con esa masa blanquecina.


Pasaron los días y la Rotala comenzó a lanzar sus raíces hacia la base del acuario dándole un toque selvático que nos gustó bastante y la dejamos a sus anchas. También comenzó a ponerse roja (está tan cerca de la luz que le ha sentado bien, seguro que si la hubiéramos plantado en la grava no se habría puesto tan bonita.) y quiero resaltar un detalle: no tenemos CO2.


Como último paso hemos añadido una Utricularia para tapizar, que queremos ver si se puede desarrollar. Os confieso que con la grava que tenemos, conseguir que la Utriularia se quede fija en la grava, pasa a ser un desafío complicado de conseguir. Aprovechando que venía con una gelatina que agrupaba toda la tarrina, cortamos en trozos la utricularia y los clavamos con palillos.

No fue lo bien que nos gustaría, porque a pesar de que creció no se fijó al sustrato. Cogimos los trozos y haciendo un canutillo las volvimos a plantar y en ello estamos, a ver si hay suerte.

Os contaremos más con el tiempo.

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